Estamos en Barcelona mi padre, mi hermano, mi cuñada y yo. Mi hermano ha alquilado un coche y quiere ir a Castellón. '¿Para qué?', le digo. 'Hay muchas cosas que hacer aquí.' Se van y me quedo sola con mi padre. Le pido por favor que me lleve al Tibidabo, que nunca me ha dado tiempo a subir y dice que le parece una idea perfecta y que nos vamos a montar en el avión. Yo le digo que no hace falta coger un avión si ya estamos en Barcelona, pero me aclara que se refiere al avión que hay en el parque.
Una vez arriba, se olvida de las atracciones y entramos en una casa a merendar. Le grito que voy a salir a hacer fotos, y cuando intento disparar, descubro que mi cámara no tiene batería. Me odio por irme de viaje sin haberla cargado antes. El resto del sueño me lo paso quitando pilas de relojes y otros objetos electrónicos que me encuentro en esa casa extraña intentando que hagan funcionar mi cámara en vano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario