Anoche soñé que miraba mi horario y veía que tenía un par de horas libres, así que me iba a una heladería un par de barrios más arriba paseando. Cuando llegaba al mostrador le pedía a la heladera un cucurucho de chocolate y me decía que si quería un vasito de leche.
-¿Un vasito de leche?
-Sí, es que aquí es costumbre dar un vasito de leche junto con el helado.
Pensé que igual era como cuando pedías churros y te daban un vaso de agua y acepté. La señora me daba mi helado y me acercaba un vaso blanco y me decía sin inmutarse que eran 27 euros.
-¿VEINTISIETE EUROS?
-Sí, 2 del helado y 25 de la leche.
-¿Cómo puede costar 25 Euros un vaso de leche?
-Es que no es leche normal, es leche condensada con limonada.
Y antes de que yo pudiera reaccionar ante tamaña estafa y tamaña porquería me llamaba un compañero al móvil preguntándome por qué no iba a clase. Yo le respondía que no tenía y él me decía que sí había, así que yo soltaba el helado y miraba mi horario, donde, efectivamente veía lo que no había visto antes. Me ponía muy nerviosa porque no me iba a dar tiempo a llegar ya que no tenía el coche, y antes del colapso, me despertó el teléfono porque me habían mandado un chiste.