Sueño.

(Del lat. somnus).

1. m. Acto de dormir.

2. m. Acto de representarse en la fantasía de alguien, mientras duerme, sucesos o imágenes.

3. m. Estos mismos sucesos o imágenes que se representan.

viernes, 4 de febrero de 2011

Descalzas bajo la lluvia

Mi habitación de la residencia era muy bonita. Las paredes tenían cenefas a juego con la colcha de flores, diseño así como modernista. La ventana daba a una explanada con césped y un bosque a lo lejos. Lo malo es que hacía un frío terrible que se colaba por la ventana vieja. Me asomé y vi a mi amiga R. descalza en camisón, bajo la lluvia. Con sus rizos mojados parecía sacada de un cuadro de, más o menos, la misma época que mi decoración. Bajé a por ella y me empapé yo también. Le dije que en mi habitación tenía un secador, así que subimos a mi planta en un ascensor que no pegaba nada con el castillo en el que estábamos y llegamos a un pasillo muy largo. No recordaba cuál era mi cuarto, así que empecé a abrir puertas. Una de las habitaciones estaba decorada con dragones, otra era totalmente infantil...todas parecían tener un tema. Al final encontramos la mía y nos tomamos un chocolate liadas en una toalla.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Lost

Voy conduciendo un todoterreno que no es mío y me siento tan alta que me da un poco de miedo. Estoy en un cruce y L., desde la moto de atrás, me indica que tengo que girar a la derecha. Todo irá bien mientras la lleve cerca para guiarme. Sin embargo, en mi siguiente mirada al retrovisor L. ya no lleva el casco rojo de antes, sino uno de rayas. Me doy cuenta de que me he equivocado y me he metido en un callejón sin salida donde sólo hay una casa vieja enorme. Me bajo del coche para ver si alguien me puede guiar. Craso error. De la moto de detrás se baja una chica que no conozco pero que me da mucho miedo. Por una ventana de la casa se asoma una cara conocida, me abren la puerta y me meto corriendo. Aparezco en la terraza de un antiguo amigo al que hace mucho que no veo; su abuela me da una magdalena. Le doy las gracias y digo que me tengo que ir. Estoy en París, con otra L. Le digo que me da igual todo pero que me gustaría pasearme un poco por la île de la cité. Me dice que vale y me vuelvo a quedar sola dando vueltas cerca de una fuente con un ángel y muchos turistas que me agobian. Lo bueno es que hace un tiempo primaveral estupendo. Sigo con la magdalena en la mano.

martes, 1 de febrero de 2011

Inyección carnívora

Soñé que acudía al que fue el piso de mis abuelos, hoy en día vacío. Pero no estaba vacío, nada más entrar, una okupa mutante me atacaba con una jeringuilla, inyectándome un líquido que me obligaba a comerme a mí mismo. En el mismo rellano y sólo un rato después, una vecina miraba sorprendida la situación, como si verme doblado sobre mí mismo devorando mi propia pierna derecha al tiempo que sorbía la sangre que manaba a borbotones de mi femoral fuera una situación improbable pero no inaudita.